Si estuvieras aquí, o si yo estuviera allí
o si hubiera un lugar tangible entre tu cuerpo y el mío,
sabrías donde están todos mis besos.
No importarían los relámpagos, ni el aire, ni la lluvia,
sentirías precisamente en que lugar dominas mis estremecimientos.
Somos fuego, agua, arena y por momentos ese viento huracanado
intentando deshacernos.
Nos volvemos locos y enredamos y en otras nos odiamos por ser cuerdos.
Caminamos de la mano en cuanto abismo nos da alcance
solo para recordarnos con que fragilidad ... nos tenemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario