Si Dios existe y le da por excomulgarme del cielo,
seguro caería en el infierno de tus ojos una y mil veces más.
Por que tienes mi fe ciega y arrebatada exponiéndose en tu boca
y en tus versos afiebrados.
Adonde me llevará cada mentira tuya,
a embriagarme en el sorbo despiadado del más dulce de todos los vinos.
No te me quitas ni con una navaja resbalando por el cuerpo,
ni con el aire caprichoso y enrabiado que acrecienta mis heridas,
bocanadas de sal son tus besos, en mi carne, carne viva.
Sorbiéndote mis dedos con el único propósito
...de robarte mi alma.

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