Hacia ti no hay atajos.
Eres ese largo camino serpenteante
con aristas,
grave.
Inmóvil hasta que estalla en una sola nota.
Te oigo crepitar a la sombra de mis labios
y soy agua deseando la marea de tus brazos,
pero te haces aire
y no dejas rastros.
Va a secarme el poema
antes de que por fin te encuentre
..en algún rumbo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario