La música calma a la fiera
la fiera que muerde la calma,
los ojos heridos de la madrugada-
El tiempo nos llena de rastros
y se hacen más buenas las horas
cuando te resignas de nuevo al ocaso,
no hay quien sea tan duro
ni quien sea tan blando.
Cuando lo que quema es el surco detrás del abrazo,
el único espacio donde no eres lejos,
se ven los reflejos del alma a su paso.
La música aquieta los días
los días tejiendo fantasmas
átomos de fuego ardiendo en la calma.
Semillas de sol en las sombras
y el llanto lavándose dentro.
Hacer la marea con nuestro desierto,
crearse las manos tocando lo incierto.
No será tan grave la herida
si encuentra remedio
donde el sueño la vuelve canción.
Dani Tomé.

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