Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

jueves, 31 de julio de 2014

En callados.



Padezco del invierno
del frío
de mis huesos.
De ciertos abandonos
que no me abandonan.
De la costa, de este puerto,
de tantos barcos encallados
sin regreso.

De estas calles que se caminan solas.

De mi autoexigencia
y mi autoestima siempre en baja.
De mi abstemia
en todos estos días menos valientes.

De escenarios que se extienden
y ciudades que comprimen..
De mi voz, de tu voz..
Padezco
de esta soledad que sólo se acaba

contigo.

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