Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

viernes, 10 de febrero de 2012

Vengo...

Vengo a devorarte
porque  mi piel está vencida de extrañarte,
vengo a tocarte sin piedad, donde más nos guste.
No es que intente seducirte,
es que este deseo me consume. 
Cuanto daría por estar a un milímetro de esa piel tuya
que hoy me arde entre las manos
y me demuele.
Mis senos, que aprendieron a deletrear tu nombre, 
solo esperan ser regados por tu saliva.

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