Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

viernes, 10 de febrero de 2012

Naipes.


Tú siempre das las cartas como si esto fuera un juego,
amaneces con la noche mientras yo sigo durmiendo.
Te desvelas con mis ojos y me das de puñaladas,
me regalas unos besos mientras clavas tu mirada.

Me desangras los gemidos y me arañas la entrepierna
te detienes das un grito, sin decirme más te alejas.
Me haces tuya y de nadie , aunque nunca te decides
me retienes, das señales para luego despedirme.

Y es cuando no ves más nada, nada más que tu desgracia,
mientras me quedo entendiendo que yo soy la desgraciada.
Veo tu carta en el bolsillo y en mis manos la sorpresa
y entonces nada comprendo, solo que siempre me dejas.







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