Me estás arrinconando en el filo de tus besos, tomando con tus garras lo poco vivo que me queda en el pecho. Bebiéndote mi vida a bocanadas.
No quiero disimular cuanto me importas, el problema es que de verdad, me importas.
Nunca le hables a una herida, por que puedes salir lastimado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario