Si estuvieras aquí, o si yo estuviera allí
o si hubiera un lugar tangible entre tu cuerpo y el mío,
sabrías donde están todos mis besos.
No importarían los relámpagos, ni el aire, ni la lluvia,
sentirías precisamente en que lugar dominas mis estremecimientos.
Somos fuego, agua, arena  y  por momentos  ese viento huracanado
intentando deshacernos.
Nos volvemos locos y enredamos y en  otras nos odiamos por ser cuerdos.
Caminamos de la mano en cuanto abismo nos da alcance
solo para recordarnos con que fragilidad ... nos tenemos.

La verdad es que me cuesta soñar contigo, porque tú me quitas el sueño, me desvelas;
me enciendes las ganas a la primera bocanada de besos
y  luego aristas los minutos ,por querer verte llegar a mi entrepierna.
Quiero lamerte la boca, beberme tu sangre, alimentarme de tu cuerpo entero,
Calmar este hambre arraigada a mis costillas, que se adueña de mi pelvis y estrangula mis deseos.
Quiero tocarte tan despacio que la noche se vuelva inconsciente
y nos encuentre la aurora detenidos en los besos.

Enigma.

Los días y las noches me llevan y traen desde ti,
cómplices absolutos de mi mayor derrota.
No encajo en ninguna pieza de tu rompecabezas,
soy un relicario fantástico y grotesco, atesorando mis deshonras.
Y aquí me quedo amándote, en el peligro que me trae tu cuello,
tus manos delatoras de mis muslos y mi boca,
cuando tus dedos juegan junto a mi abismal deseo.


Amo todas tus sombras que me dejan perpleja, tus cuestiones pendientes.
Sabes a que me expongo cuando llego a tu beso sin ninguna armadura.
No soy inocente, traigo el barro en mis senos
pero mi alma  se agiganta volviéndose esta herida, que llega a tu mirada atónita.
Soy una bocanada de fuego vagando en la penumbra de tu escarcha.
No importa cuanto cielo haya en mis ojos, porque mi amor verdaderamente te ha visto.

No me culpes si te invento ¿cómo " Dios" te traigo hasta mis piernas?

Laberinto.

Tengo el amor perplejo, enardecido, ensimismado. La boca una fresa, acalambrada e insolente esperando tus mordiscos. Adonde llega mi urgencia, adonde dejas clavada tu mirada y te haces sombra entre mis senos heridos de tu lengua. 

 Me quiebras las ganas y me expones al laberinto insinuante de tus besos. Trepas por mis faldas que te obedecen hambrientas de tus manos y te alejas. Me dejas fiebre, lava hirviente , latidos deshechos , maltrechos por tu ausencia.

Tengo todos los gemidos en la garganta queriendo abandonarme por llegar a tu cuello. Mis labios , perdidos labios, que hoy no me pertenecen.

La noche es una trampa para mi cuerpo hambriento

buscándote en las sombras,

necesito encontrarte. 

Soy ese mayúsculo deseo agitándose en el aire,

oliendo como un perro las huellas que lo llevan a tu sangre.

Me muero derrota para que me revivas en un instante,

ese en el que tu piel ardiendo entre mis causes me nace río de fuego.

El amor en tus manos.

  Y yo te miro y  te miro tan intenso que te hago el amor mientras te miro. Me detengo en tus manos que son para ella cuando la tocas, pero me tocas y yo vibro en cada cuerda mientras tú me reconoces. Deshabitada me quedo sin tu brazos, pero los veo y en sueños vuelvo a ser testigo de cada beso tuyo en mis labios.
   Este amor desobediente me quiebra las entrañas, me avería los barcos, me sangra tu nombre y yo me envuelvo en tu pelo tratando de evitarlo. Y llego a tus versos con tantas ansias de ternura, con tanto vacío acobardado necesitando tus caricias ...Mi amor, mi vida, el cielo que no toco, la herida a la que  noblemente  abrazo.


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Ese apacible sabor a muerte que es la vida sin ti.

Sabes que estás en las manecillas de todos los relojes.

Un centímetro entre tú y yo es demasiado lejos.

Escalarte y volver a caer, no importa si llego a tu cumbre, mientras permanezca en ti.

Te vas y mis alas tienen grilletes.

Suerte que guardo cada recuerdo tuyo para sobrevivir cuando estoy tan lejos.

Mi sol.

Un desierto de erizos
encallando en mis extremidades.
la luna en el ombligo
se ha vuelto hielo seco,
fuego herido, entre mis valles.
No tuve más que un sol
y tú te lo llevaste.
no tuve más que un sol
y tú te lo llevaste.

Un barco de hojalata,
perdido en el océano y sin rumbo
viviendo en esta herida
me siento un almanaque
sin presente y sin futuro.
No tuve más que un día
y se lo trago el mundo.
No tuve más que un día
y se lo tragó el mundo...

 

Mejor es irse queriendo.

Haceme un  nido en tu pecho

donde te pueda habitar,

mientras el mundo se rompe

salgamos a caminar.

Cuando unos ojos te miren

y te desangren misterios,

mientras  tus manos se rinden

las mías te irán sintiendo.

Y aveces arrinconados

contamos  solo distancias

para cosernos la aurora

detrás de nuestras ventanas.

Y si el amor nos termina

nos empezamos de nuevo,

que mientras dure la vida

mejor es irse queriendo.

Tu boca no tiene nombre

cuando se vuelve cigarra

y yo me bebo tus besos

mientras el mundo se acaba.

Y entre tantas injusticias

se nos termina febrero,

hay poca buena noticia,

siempre hay un ángel muriendo.

Y entonces ensimismados

necesitando coraje

nos recreamos el cuerpo

con la pasión por tatuaje.

Y si el amor nos termina

nos empezamops de nuevo,

que mientras dure la vida amor...

mejor es irse queriendo.

Jugando dentro mío.

Comienzo a recorrerte, me pierdo en tus espacios,

me vuelvo negligente tratando de cercarlos,

y soy tan impacible bordeándote los besos,

me voy descontrolando.

Intento seducirte en medio del silencio,

derramar mi perfume en tu aire de misterios.

Dosificar tu boca aunque me este matando

y yo me esté muriendo.

Y entonces nuestras ganas se nos vuelven derrota

cuando en tantos encantos el cuerpo nos demora

y la noche parece desafiar al destino

cuando tu amor se queda

jugando dentro mío.

Comienzo a improvisarte la espalda con caricias,

tus manos que se vuelan y nada desperdician,

y en cada recoveco que el mundo desconoce

se inflaman  nuestro sueños.

Y entonces nuestras ganas se nos vuelven derrota

cuando en tantos encantos el cuerpo nos demora

y la noche parece desafiar al destino

cuando tu amor se queda

jugando dentro mío...

jugando dentro mío...

 

Fantástica.

Y ella despertó tan enamorada que transformada en pez globo andaba volando por toda la casa.

Se deslizaba por el arcoiris que ahora nacía en sus ojos,cuando sus manos eran caricias que volaban , construyendo nidos en cada espacio deshabitado que encontraba .

Y en esa plenitud salvaje, le sonreían los ojos alucinados. Las caracolas en sus oídos vibraban mares encantados y todo esto con un solo beso, que un travieso duende aquella  noche, le había dejado  prendido en el alma.

Desatas la voracidad de mis deseos con sola una palabra que dicha en mi oído, desataría el mar entre mis piernas.

Mi amor, todas estas intensidades que me creas
estas ganas de treparte los besos,
de envolverte cada centímetro con mi lengua.
de extender mis piernas y esperar  que llegues,
de besarte tanto y tantas veces sin permiso,
de decirte te amo mientras estás dentro mío
y seguir amándote aún afuera.


Estas locas ganas de creer que por algún milagro,
algún día, alguna hora , bajo no importa que sábanas
y sin ningún motivo ...estaremos juntos.

Necesito la soledad para amarte, que me sostengan tus manos tan fuerte que no permitan que ningún torbellino me arrase. Eres el camino por el que me arrastro tratando de levantarme, de alcanzar tus muros, mis eternidades; de no ser más que una mujer frente a tus ojos, allí donde me miro y puedo encontrar al fin …mis humanidades.

Y cómo llueves. ( Canción)

En ese paraíso de tu boca

yo casi, casi muerdo el sol.

Mi vida es este hastío

creciendo como un río

sobre el colchón.

Y mientras tú me llueves

Y cómo, cómo llueves! mi amor.

Bebiéndote mis alas me amaneces,

volviéndote mis ganas y mi voz

y yo con este frío

queriendo hacerte mío

metiendo mis versos en el buzón.

Y mientras tú me llueves

Y cuánto, cuánto llueves! mi amor.

Tal vez por tu ventana también me vuelva lluvia

o en un instante sea tu canción,

o abraces tu guitarra, acaricies sus curvas

y encuentres mi cintura en un rincón.

Hay un solsticio vivo entre tus ojos,

mis labios solo buscan tu esplendor.

En este torpe abismo

que crece sin tu abrigo

no soy más que un payaso trovador.

Y mientras tú me llueves

Y cómo , cómo llueves! Mi amor.

Esta extrema sensibilidad solo sirve para asfixciarme ; para demorarme en todo lo que me derrota. Para encallar en un silencio que se devora mi alma y se traga todo lo que creo. Entonces pierdo la fe, el encanto, me vuelvo pájaro de hielo desprendida de tus manos . Busco tu calor, con esa necesidad pavorosa de un muerto de frío, cuando mi cuerpo pide a gritos ese abrigo que solo llega con tu nombre sembrado en mi rastro.

        Lo que siento por ti amor, no es que no tenga nombre, es que  no tiene límite.   

Intensidades.

En mi cuerpo solo cabe el filo de tus labios.
Es este un paisaje extraño, humedecido,
deteniéndose en el tiempo de tus ojos
y mi amor es tan frágil cuando llega a tus manos...


El frío se nos hace tibio buscándonos las orillas
y hasta aquí llegamos, a mirarnos por los besos,
a escondernos  en nuestras dos abrigadas soledades,
cuando por ese milagro que nos trae el mundo
se nos vuelven soles acuñando intensidades.

Hoy solo he pensado en una cosa....

Perdón, hoy solo he pensado en una cosa, ¿puedo pasar? 
Me quedo a tu lado y te siento respirar, me miras tan callado y fijamente.
Me amarro a mis propias manos mientras suspiro.
No me atrevo a tanto,
veo tu boca y ya me siento en ella,
tu lengua recorriendo esos rincones que solo quieren recibirte.
Sería mágico nuestro beso, seríamos los cuerpos hechos para amarrarse 
y dejarse... y amarrarse. Tú lo sabes,
sabes que fuiste hecho para mi boca
y yo para tus manos encendidas.
Entonces yo me acerco, cierro los ojos y te beso,
te beso y no te miro, porque mirarte es comprender que me estoy atreviendo.
Y te busco entre la ropa, y me buscas
cuando tus manos se prenden de mis senos
y me aprietan, me aprietan  y yo siento entre mis piernas
ese hueco que comienza a castigarme con sus ganas de llevarte dentro.
Por favor no te detengas, por favor amárrame a tu cuerpo, 
déjame ser tu caricia por un momento, ser tu carne, carne tuya 
para siempre, aunque me vaya,  aunque no te quedes.
Tanto nos sentimos, nos ardemos, nos sabemos
el uno del otro y así nos vivimos,
y así nos extinguimos.

San Valentín.

Quieren mis manos recorrerte, afiebrarse en tu cuerpo.
correr el riesgo de tu espalda y tu vientre
embriagarte por lo bajo.
Dejar que tu aliento se demore entre mis piernas.
necesito tu calor adentro mío tanto como por fuera.
Esparcirte entre mis glúteos,
contonearme con tu lengua;
entregarte mi boca para que te derrames en ella
y que te quedes, en el silencio te quedes,
poseyendo la vida que te doy.

Mientras el deseo camina por mi cuerpo, mis manos te llevan hacia él . No escucharás mis gemidos, pero podrás sentir como se agitan mis pulmones al mismo tiempo que tus dedos... se apoderan  de mis labios.

¿Quieres mi carne danzando en el fuego para ti?
Tú, devorador de almas, 
que no haces más que embriagarme con tu aliento,
derrotando a mis piernas 
que se abren junto a tu boca lasciva 
y no somos más que dos cuerpos averiados, 
rotos, sudados, llenándose de agujeros .
Masticas mi deseo y yo con ese ánimo de venganza
te mastico a ti.

Debería amacarme sobre una estrella, dejar que el viento se incline sobre mi cuerpo herido de tu nombre y apacigüe mis aguas turbulentas.

Salvaje.

Salvaje ardía sobre la arena, antes de ser devorada por el viento. Salvaje era su cuerpo provisto de escamas de fuego, no había indulgencia en sus ojos, dos fatalidades. 
Nadie hallaba la ternura en aquel cuerpo desprovisto de ilusiones. Con tanta fiebre mordía la carne para arrancarla y encontrar debajo de esta un alma inquieta, enllagada, corroída por el abismal impulso de la vida misma acariciando la muerte.
Su osadía era brutal, lo que tocaba lo obscurecía con esa tibia luz que irradiaba. El amor que brotaba en sus labios era un río seco, deseando la inmensa humedad de su simiente

Por ti soy tan irreverente con Dios y con el Diablo, que ya me regalaron boletos para el purgatorio.

Vengo...

Vengo a devorarte

porque  mi piel está vencida de extrañarte,

vengo a tocarte sin piedad, donde más nos guste.

No es que intente seducirte,

es que este deseo me consume. 

Cuanto daría por estar a un milímetro de esa piel tuya

que hoy me arde entre las manos

y me demuele.

Mis senos, que aprendieron a deletrear tu nombre, 

solo esperan ser regados por tu saliva.

Mi lengua quiere acariciar tu espuma,

tocarte hasta en el silencio.

Clavar mis manos en tu cuerpo

como aquel angel desesperado

por ser sofocado en las aguas de tu mismo infierno.

Debería resbalar por las aguas mansas del río que me lleve a alguna parte,en donde mis brazos helados no puedan más que descolgar estrellas.
Pero me quedo a consumirme como la llama de una vela entre tus brazos, hasta que me apague la noche.

Eras la fiera indescifrable, indómita, arrasando las praderas en busca de la presa ...yo solo un minúsculo pájaro en tu boca.

Luzbel.

Si Dios existe y  le da por excomulgarme del cielo,

seguro caería en el infierno de tus ojos una y mil veces más.

Por que tienes mi fe ciega y arrebatada exponiéndose en tu boca

y en tus versos afiebrados.

Adonde me llevará cada mentira tuya,

a embriagarme en el sorbo  despiadado del más dulce de todos los vinos.

No te me quitas ni con una navaja resbalando por el cuerpo, 

ni con el aire caprichoso y enrabiado que acrecienta  mis heridas,

bocanadas de sal son tus besos, en mi carne, carne viva.

Sorbiéndote mis dedos con el único propósito

...de robarte mi alma.

 

Y tengo más.

Tengo en la voz el silencio,

el silencio en el alma,

el alma en una esquina

y en la esquina la mirada

En la mirada un hueco,

en el hueco un olvido,

en el olvido todo

lo que una vez he querido.

Y tengo más, tengo frío

y tengo más , tengo frío.

Tengo el amor en los labios,

en los labios un suspiro,

el suspiro en desventaja

la desventaja contigo.

Tengo las ganas queriendo,

el queriendo dentro mío,

lo mío  , tuyo y de nadie,

lo nadie siempre conmigo.

Y tengo más, tengo frío.

Y tengo más , tengo frío.

Y tengo más, tengo frío.

Naipes.

Tú siempre das las cartas como si esto fuera un juego,
amaneces con la noche mientras yo sigo durmiendo.
Te desvelas con mis ojos y me das de puñaladas,
me regalas unos besos mientras clavas tu mirada.

Me desangras los gemidos y me arañas la entrepierna
te detienes das un grito, sin decirme más te alejas.
Me haces tuya y de nadie , aunque nunca te decides
me retienes, das señales para luego despedirme.

Y es cuando no ves más nada, nada más que tu desgracia,
mientras me quedo entendiendo que yo soy la desgraciada.
Veo tu carta en el bolsillo y en mis manos la sorpresa
y entonces nada comprendo, solo que siempre me dejas.

Esa tierra que me quema en las manos, la que no puedo pisar por no ser brasa a tu lado. Esa tierra que eres tú.

♥

Si mi amor tuviera un nombre sería el tuyo.

Si no me vas a querer entonces mejor te vas bien lejos, por que yo si te quiero.

Necesito beber tu saliva,
sentir tu cuerpo creciendo en el mío,
rompiendo mis caderas,
asesinando gemidos.
Gritar tu nombre hasta
que se acabe toda mi vida
y destierre mi inocensia
en un beso, el nuestro.

Aún tengo el corazón tan maltratado que echo silencio por la boca.

Me estás arrinconando en el filo de tus besos, tomando con tus garras lo poco vivo que me queda en el pecho. Bebiéndote mi vida a bocanadas.


No quiero disimular cuanto me importas, el problema es que de verdad, me importas.




Nunca le hables a una herida, por que puedes salir lastimado.

Hambre.

Si vas a detenerte que sea dentro mío.
Aquí en mi lugar más hambriento de ti,
este que te pertenece aunque no te arriesgues nunca a tomarlo;
donde una gota de saliva tuya podría hacer estragos
y el calor de mi cuerpo clama por tu nombre.
Aquí, en mí, donde podrías comenzar tu infierno
y nunca terminarlo.
Cuídate de estar muy cerca mío porque jamás te podrías ir.

A ti te lo digo...

Cuando digo amor, cuando digo beso.
Si digo que me tienes 
o me muero en un momento.
Cuando digo te amo
con los ojos muy rotos
y los labios tan fuego.
Deberías saber, deberías saberlo.

Ya no busco el amor, te encuentro.

Tú me tienes toda corazón, busca en tus bolsillos, debajo de tu almohada, en tu ropa interior.. tal vez en tu mirada...




Cuando te vas, no sé si por pesimista o por realista, pienso que no vuelves y me voy a quedar así de por vida, queriéndote 




¿Porqué será que tus silencios me suenan siempre a silencios?




Y ya vuelve Don Quijote a ponerse su armadura de flores.




Sin tu amor me sangran los silencios.




Se fue "porque no lo quería", me dejó sin alma, me dejó sin sueños, me dejó sin vida.




Si vas a arrancarme los besos, quédate a cauterizar mis labios.

Por vos me tiro del trampolín sin red y aunque me toque caer, yo así me muero feliz.

Hay amores que son apocalípticos, te ponen de rodillas y te levantan en un instante y tu te dejas hacer lo que le venga en ganas.

Lodazal.

En tu resentimiento encerrado

construirás un lodazal,

donde morirnos ahogados

para no resucitar.

Y nuestra piel encendida

se nos reviente de nada

y en cada brazo la vida

se lleve alguna tajada.

Nunca miraste mis ojos

esa es la triste verdad,

te derramaste en mis senos

para así desesperar.

Y no oiste de mi boca

cada te amo aguerrido,

pues te enredaste en las ramas

de mi árbol tan florido.

Mientras me mueres por dentro

y yo me niego a llorar,

aquí nos tienes ahora

llenos de barro nomás.

Trapecista. ( Canción)

Una trapecista en tus alturas

una soledad sin ataduras,

Un suelo mojado y resbaloso,

un hilo de alambre misterioso.

Un tormento fino entre los dedos

mi beso que muerde tus anzuelos

y entonces te escondes orgulloso

con las rebanadas de un te quiero.

Trapecista sin cuidado ,hoy tu amor me ha acorralado

y en el hilo me detengo por no caer al infierno...

y en el hilo me detengo por no caer al infierno.

Un barril sin fondo y sin comienzo

sin tu amor me sangran los silencios,

un empujoncito y yo me caigo

un empujoncito y ya no vuelvo.

Trapecista sin cuidado ,hoy tu amor me ha acorralado

y en el hilo me detengo por no caer al infierno...

y en el hilo me detengo por no caer al infierno.

Hoy podría morirme.

Hoy podría morirme de amor,
o de cualquier otra cosa,
pero de amor, pienso, sería lo ideal.
He dejado que mis lágrimas 
rebalsen por mis ojos sin piedad
por no quebrar el corazón.
Trepando la escalera
me subí hasta tu azotea
a regalarte una estrella, una luz,
una bandada de caracoles,
alguna nube que llueva flores en tu canción♥