Prefiero clavarme en esta soledad sin brazos a que me roce cualquier perfume que no sea el tuyo.
Todos los días soportando amor, los caprichos de esta espera.
Le escribo hasta a su ausencia , porque aunque nadie lo vea, él nunca se va de mí.
Este deseo te está buscando.
Nunca sé de qué no me perdonas.
Tuya, con toda esta intensidad rompiéndome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario