Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

miércoles, 9 de enero de 2013

Cuando no estás nunca sé quien es el que está ausente, si tú o yo.
Te busco solo para que nos perdamos, juntos.
No te rindas, ocúpame...
Prometo rondarte aunque la vida nos separe.


Pasas tan veloz por mí que ya me he vuelto un rastro tuyo.

Deberías devorarme la espera.
Ven y veamos que tan rápido nos desnudamos del mundo.


En el preciso borde de tu boca se encuentra el único atajo a todos mis laberintos.

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