Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

martes, 29 de enero de 2013

Deberías ser el héroe conmigo.

Te quiero desde el centro de mi tormenta, en el bendito estigma del poema que soy.




Si ya no tengo más vida que darte, todo lo que queda de mí es esta enquistada alienación.





Doy dos pasos hacia el abismo esperando encontrarte, sigo tu voz que dice hacia adelante y dónde estás tú?...donde está el abismo.




A dónde me lleve el día está tu nombre.



El día que me regales un Adios, grítamelo bien fuerte ! así podré distinguir tu ausencia de tu silencio.




Deberías regalarme otra cosa que no sea extrañarte.





No le pidas fuego al leño, enciéndelo.


Ojalá le crecieran manos a tu silencio.



Me precipito al goce como si fuera a beberme el cielo en un ocaso porque sé muy bien cual es mi noche y cual sombra me estará esperando.



En mí tú haces el nosotros.


Eres tú aunque no nos entendamos. Siempre eres tú. Aunque algunas veces... parezco no ser yo.



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