Por ahí me invento otra
y me disfrazo de no esperarte
y tomo conciencia de cuanto te has ido.
Por ahí me dibujo unos ojos para no mirarte
y una piel que no extrañe tu perfume,
y unos labios... ¿ para qué labios sin beso?
¿para qué brazos sin nido?
¿para qué piernas si no te camino?...
Por ahí me invento otra
con unas manos menos deformes
y una sonrisa que no esconda fantasmas de tristezas.
O solo me quedo esta,
vestida de penumbras,
amándote en cada desencuentro.

No hay comentarios:
Publicar un comentario