Llegas tan pronto y te vas
que cada vez que estoy renaciendo me vuelves a matar.
Es tu instinto tal vez,
no se que haré conmigo ni contigo,
que aunque no estes estás,
que me haces depender de tu mirar ,
que ya no quepo ni en el mundo ni en mi mar...
Solo estoy viva si tus ojos
y aunque otros labios me llamen
solo en los tuyos reposo, y nazco y me incendio
y se que estoy viva en tu beso.
Hay tantos muros que saltar,
tantas distancias que extraviar,
tanto nosotros tan lejos, dando tumbos.
¿Será el día que dejemos de perdernos ?
o acaso es que nacimos para querernos rotos,
para amarnos con la fiebre de los enfermos,
desorientados, aniquilados...
No sé si estamos predestinados
o el destino nos disparó de lleno en el amor.
Pero a este río que es mi sangre ,saturado de tu nombre
no se le escapa una gota sin derramarte
y no se le escapa un día,
ni un segundo de la noche astillada ...sin amarte.

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