Cuando dibujas el dolor con una herida y te afilas las garras y te descubres entero con una falsa mueca, inevitable , yo me crispo en mil pedazos, estallo bailando entre cometas al son de tus planteos infinitos.
Me callo, resisto, te aguardo aún en mis grietas y te descubro , por más insondable que parezcas, te descubro con los labios sedientos de mi nombre , agazapado en tu trinchera .

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