Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

martes, 31 de enero de 2012

Mientras tú me naces.

No tengo perdón de tantos errores,
mordiendo el infierno me quedé sin ángel
y un día el pasado se quedó tan lejos
que ya no hizo falta siquiera acordarse.

Mis pasos se esconden entre soledades,
la gente me escupe todas sus verdades
y el sueño ligero de ese pobre niño
me crispa los ojos y creo que es mío.

Mientras tú me naces y el mundo así cambia,
los días ajados, quebrados, heridos
se vuelven las ramas de un pequeño nido
sereno y tan tibio, dentro de tu mano.

Tus ojos me salvan del desierto en que vivo,
de mi cuerpo ahogado en un escalofrío.
me vuelves tan pájaro que puedo surcarte
solo con tu beso...  que llega en el aire.


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