En tus ojos encontré esa llama intensa, absoluta
que busca descifrarme carcomiéndose mi alma;
desgarrándome con poderosos gemidos que descosen mi entrepierna.
Me haces sucumbir en la maravilla de tus labios,
ellos arden y me queman.
Eres ese elixir que embriaga al primer sorbo;
nada entonces me pertenece,
cuando entregada a tu deseo pavoroso ,no hago más que devorarte.
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