Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

lunes, 18 de febrero de 2013

De decirnos...

Uno dice, dice y dice 
y parece que nunca alcanza a decir .

Y así la vida 
quedándose quieta entre los bolsillos de mi alma,
guardándose  a la espera del aire, 
de la ventana
que me deje circulando en el afuera de tu cuerpo.
Quebrándote las manos pero a besos,
succionándonos la ausencia adherida  
a la piel que nos hace falta.

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