Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.
miércoles, 9 de mayo de 2012
Eras esa mordida que lo destrozaba todo, cada intento mío de acercarme o alejarme de tu boca; cada manotazo queriendo alcanzar la ternura que me negabas. ¿Y entonces qué?, fracasar en cada intento , herir a un mundo que solo buscaba extenderme sus brazos, a mí, a esta famélica roedora de caricias, a estas piernas queriendo abrigarse bajo tu cuerpo, a este corazón cercenado por tu ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario