Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

martes, 20 de noviembre de 2012

Zozobra.



Este es un adiós sin brazos,
Como un ocaso tendido en el suelo.
Taciturnos los labios, los dedos,
tu silencio con espalda tan grande.

Yo también parto
porque no hay donde quedarme.
Siempre fui extranjera en mi propio hogar
que eras tú;
esa palabra mágica, insondable,
latiendo por todos mis agujeros.
Me voy vencida
Sabiendo
Que nunca hubo un nosotros por delante
Que solo eran mis sueños despanzurrados en tu alcoba
Y ni era tu alcoba
Y solo eras mi sueño.

Al menos mi amor,
te habrás ido sabiendo
que toda esta zozobra siempre
fuiste tú.

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