Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

martes, 13 de noviembre de 2012

Cielos de fuego.


Como un taladro
preciso al medio del cuerpo, 
me muerdes 

en cada dedo.
La velocidad de un rayo
y la tenacidad
despiadada
de los anzuelos
de tus besos.
Se me vuelve
el calor
puro escalofrío.
Dónde están tus brazos?
y la noche?
que tantas veces
dijimos hacernos.
Me sabes tanto
a bien y mal
que enfermo.
Tu voz asimétrica
quemándome el cuello.
La llaga de mi alma.
Y yo resbalo
y me quiebro
haciéndome arenilla
con el tiempo.
Cayendo cien veces


en tus cielos de fuego.



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