todos los trenes detenidos,
mudos, oxidados..
El camino eras tú.
Ahora el polvo de los días
anda suelto
a penas el murmullo de unas palomas
desiertas
atraviesan los andenes vacíos.
Yo aquí perpleja
en el mismo banquito
de flores marchitas.
Yo aquí perpleja
junto a mi piel de añicos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario