Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

jueves, 27 de agosto de 2015

Arenal.

Sé la mordaza de mi boca
que ya no quiero hablar.
Atame las manos con tus manos
y así no nos perdemos.
Déjame hacer pié en las arenas movedizas de tu cuerpo 
que me hundo sin tus ojos
y luego abre bien los míos 

y por favor di
que somos ciertos.

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