y se quedó sin aire
mordiéndose los labios y el amor
de tanto hacerse tarde.
En un frío sin alas se durmió
toda la escarcha,
como gorrión desnudo que creyó
del cielo hacer su casa.
A dónde es que nos fuimos a partir?
Tanta costura,
más ancha se volvió la cicatriz
que la cintura.
Andaba siendo fuego la canción
y olió a cenizas.
Corría tan sin pausa el corazón
que se murió de prisa.
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