Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

lunes, 30 de abril de 2012

Serenada.



Por favor! no le ofrezcas vida a un muerto,
no le des agua al desierto
si no quieres que se extinga.
Ten piedad y no siembres girasoles,
ni perfumes mis temores
con amor y agua bendita.

Sabes bien que mi infierno irreversible
se construye en lo terrible
de este alma sin escarmiento;
que entreteje telarañas de ilusiones
y fomenta mis pasiones
hasta verme sin aliento.

Por favor! no me beses los estigmas,
no me cambies la rutina
no me claves los anzuelos.
Déjame con mis manos enlazadas
y la luna en la mirada
aferrándome al silencio.

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