Eran tan crueles tus modos que nunca podría haber amor en ellos.
yo siempre te escribía,
pero nunca era el vestido adecuado,
el peinado adecuado,
el momento adecuado..
Era enfermar mi corazón ,
poner a freír las ganas hasta dejarlas en un plato
del que nunca,
jamás, probarías.
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