Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.
viernes, 11 de noviembre de 2016
Me faltaba entender el color del puerto, siempre enredando los barcos. Mis ojos a sombras testigos de mares muy calmos. Y yo, nunca yo, sonando guerras por dentro. Y yo , nunca yo, quién sabe porqué esperando.
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