Me tienes entre la espada y un beso.

Sus palabras son como un maremoto que sacude el alma de cualquier mortal.

lunes, 8 de febrero de 2016

Ya no llegas


al café de la esquina de nuestro encuentro,
yo me quedo sola
dibujando las horas con tu recuerdo.
La mesa espera,
los focos miran..
Atravieso la puerta,
cruzo la calle como si no importasen más canciones
que tú.
Piso los charcos,
mudos espejos,
mientras mis ojos miran de reojo
la esquina,
el café,
tu recuerdo.

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