de lo que siento.
Ojalá no fuera una jaula de escombro
y me hiciera pájaro
derrapando entre tú alma y tu cuerpo.
Ojalá estuvieras aquí
cuando grito en silencio tu nombre
y entonces la boca comienza a devorarse
desde dentro.
Ojalá la intensidad nunca haga cenizas de este fuego
que eres tú
desde el fondo de mí.
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